disfruta de exquisitas pizzas en Envigado, donde cada bocado es una explosión de sabores irresistibles.

En 1987, con apenas 16 años y desconociendo por completo los secretos de la cocina y la administración, Marco Aurelio Vélez encontró su camino entre platos sucios y cebollas por cortar en una de las renombradas cadenas de pizzerías en Colombia.

Su entrega y proactividad no pasaron desapercibidas; así ascendió a la posición de pizzero. “Era un curioso sin fin, y un compañero se ofreció a enseñarme. Aprendí las formulaciones, el montaje y el arte de manejar la masa, desde cómo cogerla hasta darle forma. Allí construí mi carrera”.

Durante más de una década, desempeñó su oficio en uno de los locales en El Poblado. “Hasta que me nombraron administrador, aunque de vez en cuando también me tocaba cocinar”. Aquel fue su único empleo y oficio, por lo cual, la pandemia lo dejó sin trabajo en junio del año pasado, a sus 50 años, Marco Aurelio se sumió en la desesperación. “Me estresé demasiado; a esta edad es difícil conseguir trabajo, además, solo sé hacer pizzas”.

Fue su esposa, Mónica Bedoya, quien le infundió ánimos para emprender su propio camino. “Le compré el horno a un amigo, conseguí el local en San Mateo, detrás de la iglesia, donde antes había una revueltería, y adquirí la silletería, la mesa para amasar y el congelador”.

Aunque Marmon, su pizzería, abrió sus puertas recientemente, ya cuenta con una clientela fiel. “Ofrecemos una variedad de pizzas, desde las clásicas hasta las gourmet, lasañas y panzerottis”.

La fórmula de la masa es creación propia. “La inventé, la idea es que la pizza esté bien crocante. Es por eso que la gente viene aquí y nunca deja el borde”.

Los sabores estrella incluyen pollo y champiñones, vegetales y la pizza de la casa, con pepperoni, maíz tierno, cebolla, tomate y tocineta.

Con la ayuda de su esposa y su hermana, Marco Aurelio se encuentra en la cocina, deleitando a los comensales. “El secreto de una buena pizza, además de saber darle forma y distribuir bien los ingredientes, es el amor y el buen servicio. Realmente lo creo”.